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jueves, 4 de junio de 2015

EYACULACIÓN Y ORGASMO MASCULINO:



El orgasmo y la eyaculación en los hombres son fenómenos que pueden presentarse de manera simultánea o separada, pues ambos involucran procesos muy bien diferenciados al interior del cuerpo.

El orgasmo se refiere a esas contracciones involuntarias y espasmódicas que se presentan en un gran número de músculos e incluye sensaciones subjetivas de placer y bienestar al alcanzar el punto máximo de placer erótico.

La eyaculación como tal se refiere a la simple expulsión del semen, la cual ocurre en dos momentos: la emisión, qué es cuando el líquido seminal va de las vesículas seminales y los conductos deferentes hacia la uretra; y la expulsión, que ocurre por acción de las contracciones de la uretra y los músculos en la base del pene.

No obstante, a la eyaculación se le relaciona con la máxima expresión del orgasmo masculino, por lo que se ha convertido en una meta que en ocasiones impide el disfrute pleno de las relaciones sexuales por la ansiedad que genera el mantenerse atento de ella. Esto a la larga puede convertirse en una situación recurrente que genera frustración y deterioro de las relaciones de pareja.

Hoy en día se sabe que el acto sexual puede prolongarse lo suficiente como para alcanzar varios orgasmos antes de la eyaculación, si se cuenta con un buen control de ésta, incluso saber que se puede mantener el control libera de la ansiedad y permite un mayor despliegue de caricias que se traducen en relaciones más satisfactorias.

MITOS:

Cuando se habla del orgasmo masculino, hay muchas dudas que en general, se responden con mitos o creencias equivocadas.

En primera instancia, se cree que el orgasmo del hombre y la eyaculación son lo mismo. Recientemente, se ha demostrado que es posible que el varón tenga orgasmos sin que necesariamente estén acompañados de la eyaculación, o por el contrario, eyaculaciones sin orgasmos. Es cierto que es común que se presenten simultáneamente y es por eso, que tienden a confundirse.

Por otra parte, se acostumbra a creer que no pueden controlar la eyaculación, por lo que se produce la eyaculación precoz o descontrol eyaculatorio, y que la única manera posible de retardarla es pensar en otras cosas durante el coito. Otra forma por la que han optado para controlarlo es utilizar cremas anestésicas, sin saber que están exponiéndose a la posibilidad de que se pierda la sensibilidad del todo, lo que inhibe la eyaculación, e incluso puede provocar la total pérdida de la erección. Hoy se sabe que la manera más efectiva de superar esta condición es mediante la realización de ejercicios terapéuticos en conjunto con la pareja.

Con respecto a la erección, hay otra creencia muy difundida y es que apenas el hombre termina de eyacular, pierde la erección. Esto es totalmente contrario a la realidad. La erección se mantendrá más tiempo después de la eyaculación, mientras más dure excitado.
Es debido a esto, que actualmente, también se sabe, a diferencia de lo que se maneja popularmente, que el hombre es igual de capaz que la mujer, de sostener el coito, después de la eyaculación, e incluso de tener varios orgasmos.


La verdad es que así­ como en la mujer, en el hombre se presentan distintos tipos de orgasmos, lo que posibilita que sea multiorgásmico.




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