Es la época del año más esperada, es la época de cambios y
renovación de la naturaleza, pero también de las personas. Hombres y mujeres,
se visten con menos ropa y esto produce reacciones sexuales entre los seres.
Dicen que el joven es el verdadero protagonista de la
primavera, pero lo cierto es que en todas las personas se producen cambios
hormonales importantes durante esta época del año. Además, el deseo sexual
despierta con más fuerza, en esta temporada.
La primavera es símbolo de amor, y todos, de alguna manera,
esperamos que así suceda. Los jóvenes esperan conocer una pareja y los adultos
buscan reflotar el sentimiento que una vez los cautivó. Muchas estadísticas
afirman que la mayoría de los noviazgos comienzan en primavera.
Para la licenciada Alejandrina Román de Giro, consejera
sexual y especialista en sexología clínica y miembro del Cepas (Centro de
Educación Pareja y Asistencia a la Sexualidad ) en Mendoza, “el deseo sexual humano
se origina en una parte primitiva de nuestro cerebro, el hipotálamo. Allí se
producen complejas conexiones y reacciones de elementos químicos segregados por
el cerebro, éstos estimulan las gónadas para que segreguen andrógenos,
principalmente testosterona y estrógenos, en especial estradiol”.
"Todos estos elementos químicos- sigue diciendo la
profesional- contribuyen a que se erotice la persona. Es un tema complejo, cómo
este cóctel químico, influye en las personas, junto con otros factores tales
como los genes, situaciones sociales, fechas de aniversarios o festejos, todo
esto contribuye especialmente en el incremento del deseo.
Hay estudios importantes, que hablan de un incremento del
deseo en los cambios de estación, hecho que se produce con mayor frecuencia en
primavera. Es la estación en donde se produce un aumento de la testosterona y
esto determina un mayor apetito sexual de todos los seres, no sólo de los
humanos.
El calor, hace que sea necesario también comenzar a vestirse
con menos ropa. Este despojo, además de la mayor exposición de la piel al sol,
ayuda a que el cuerpo se contacte con su entorno de una manera diferente.
Las hormonas que determinan la “sed eterna”, como la llama
al deseo Pablo Neruda, están presente en todos los seres, pero sin lugar a
duda, más en jóvenes que adultos mayores.
Esto predispone a que se esté más activo a situaciones de
enamoramiento. Esto no implica mayor preocupación para padres de adolescentes,
ya que ellos por su carga hormonal y la estimulación de los medios siempre
están más expuestos al enamoramiento.
Es un fenómeno que afecta a ambos sexos. Concretar las
fantasías o los deseos sexuales dependerán de otros factores externos de cada
personas, su historia, los mandatos familiares y sociales y su personalidad.